En el anterior artículo escribíamos sobre la colocación  y posición de los altavoces y hoy nos enfocaremos en los cables para tu sistema HiFi.

¿Qué cables comprar?

 

Sea cual sea el sistema que compre, y sea cual sea su precio, los cables adecuados le ayudarán a rendir al máximo. Por cierto, no hay magia negra ni “ciencia extraña” en este fenómeno, a pesar de lo que se pueda leer al respecto. Los cables de audio de mejor calidad simplemente dejan pasar más señal musical; en otras palabras, los mejores cables son los menos malos.

 

Este texto es parte del post “Getting great stereo sound at home” publicado en el blog de Bowers & Wilkins.

 

¿Cuánto hay que gastar en cables? La mayoría de las revistas especializadas recomiendan gastar un total del 10% del presupuesto de su sistema en cableado como un buen punto de partida, que cubra tanto el cableado para conectar su amplificador a sus altavoces como las interconexiones desde su componente fuente (o componentes) a su amplificador. La elección de los cables de interconexión es relativamente sencilla -la longitud más corta posible dará resultados óptimos-, aunque algunos fabricantes de productos electrónicos recomiendan marcas específicas porque creen que dan mejores resultados con su kit, así que puede valer la pena hacer los deberes.

 

El cableado de los altavoces debe tener la misma longitud siempre que sea posible, ya que así se garantiza una “carga” uniforme para el amplificador. Una vez más, hay que procurar que los tramos sean lo más cortos posible, tomando el camino más directo desde el amplificador hasta los altavoces y evitando que el cable se retuerza.

 

A veces, los cables de altavoz introducen un carácter tonal específico en un sistema, lo que puede ayudarle a afinar el equilibrio de su equipo de alta fidelidad. Los cables con un alto contenido de plata, por ejemplo, tienden a fomentar un sonido tonalmente dulce, mientras que los cables de núcleo sólido suelen engendrar una presentación más potente. La mejor opción es pedir una prueba de algunos cables adecuados con el sistema de alta fidelidad que se proponga, y juzgar los efectos (o la falta de ellos) por sí mismo.

 

¿Puedo obtener mejores resultados con un poco más de esfuerzo?

 

Un método de mejora útil y relativamente barato es el bicableado: en algunos altavoces, los terminales de entrada para el conductor de baja frecuencia (graves) y el tweeter de alta frecuencia (agudos) están separados, unidos sólo por cortas placas metálicas que pueden retirarse fácilmente. Dentro del altavoz, el crossover -el circuito que divide la señal entrante entre las unidades de accionamiento- está dividido de forma similar y, mediante el uso de tramos dobles de cable de altavoz desde el amplificador hasta el altavoz, es posible dirigir cada sección del crossover de forma independiente.

 

Normalmente, este enfoque utiliza cables que se han “unido” en el extremo del amplificador, para simplificar el cableado, aunque algunos amplificadores de alta fidelidad ofrecen ahora conectores de salida independientes, un par para los agudos y otro para los graves, para simplificar el cableado. Esto significa que tiene un total de cuatro juegos de cables de altavoz que van del amplificador a los altavoces.

 

El bicableado no influye en el volumen, la profundidad de los graves o incluso la pegada de los medios: normalmente, mejora la imagen y el enfoque estéreo, la recuperación de los detalles y la sincronización, aunque los efectos no siempre son uniformes y, de hecho, algunos afirman que ni siquiera existen. Algunos altavoces están diseñados específicamente para prescindir de los terminales de altavoz bicableados -los monitores arquitectónicos AM-1, por ejemplo- y no son peores por ello.

 

Sin embargo, una característica adicional muy útil de los terminales de altavoz bicableados es que permiten la biamplificación. Esta mejora del audio permite al usuario emplear dos amplificadores -ya sea dos amplificadores de potencia, o un amplificador de alta fidelidad integrado (de una caja), unido a un amplificador de potencia asociado- para accionar los altavoces de forma más eficaz. Los requisitos de los cables son los mismos: el único cambio es que cada conjunto de unidades de accionamiento del altavoz se alimenta ahora de su propio canal dedicado de amplificación de potencia. Esto aumentará en gran medida la dinámica de su sistema, especialmente si tiene altavoces más grandes y difíciles de manejar.

 

Sea cual sea la configuración de cableado que elija, merece la pena que los cables de los altavoces estén bien terminados, lo cual es mejor que lo haga su integrador. Unas terminaciones de calidad garantizan que el cable conserve su rendimiento a lo largo del tiempo, ya que aseguran que los delicados conductores internos del cable se mantengan libres de cualquier oxidación posible cuando están en contacto con el aire y los contaminantes que éste pueda transportar.

 

Por eso, muchos cables de alta fidelidad tienen conectores chapados en oro, plata, rodio u otros materiales: no hay magia, sino un revestimiento menos reactivo que los conductores internos del cable.

Así que, la versión simple…

 

No hay ningún misterio ni arte oscuro en la elección de un sistema de alta fidelidad: piense en lo que quiere gastar, cómo quiere reproducir su música y dónde, y luego simplemente elija el sistema que más le guste. La música es una cuestión de conexión emocional, y el sistema capaz de hacer vibrar su columna vertebral es absolutamente el mejor para sus necesidades.

 

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