Los personajes que son muy clavados en temas de Hifi y High End dicen que el elemento más importante en la cadena de audio es la acústica de la habitación. Y no están errados, una buena acústica hace maravillas con equipos de audio modestos y una mala acústica arruina el desempeño de esos sistemas High End con costos prohibitivos. 

 

A menos que vayas a diseñar una sala de audio para escucha crítica (donde deberías acudir con un especialista experto en acústica), acá te van unas líneas que te servirán para entender -de manera superficial y muy básica– esta ciencia tan compleja. 

 

El sonido a fin de cuentas es una vibración, una propagación de ondas sonoras a través del aire o de elementos sólido, incluso de gases. Le llamamos acústica a la forma en que las ondas sonoras interactúan con el espacio que las rodea. 

 

El sonido que genera nuestra voz, algún instrumento, los elementos de la naturaleza o las fuentes artificiales (como los equipos de audio), emiten ondas sonoras que casi siempre entran en contacto con diversas superficies: pisos, techos, muros, árboles, tierra, montes, piedras, todo dependerá del espacio donde nos encontremos. A veces los elementos adyacentes generan una reflexión del sonido original y otras veces absorben parte del sonido original. Esto es una reacción dinámica y que cambia en cada instante. 

 

Cuando se crean salas de concierto especificas para el proposito músical o de oratoria, los expertos en acústica (que han exististido desde la antigua Grecia) diseñan un espacio con el máximo equilibrio posible entre las reflexiones y las absorciones. 

 

La cantidad de reflexiones involucran siempre el factor tiempo, esto es lo que llamamos reverberación. La reverberación es una característica de los recintos y tiene usos específicos. 

 

De acuerdo a Wikipedia:  

 

“Cuando recibimos un sonido nos llega desde su emisor a través de dos vías: el sonido directo y el sonido que se ha reflejado en algún obstáculo, como las paredes del recinto. Cuando el sonido reflejado es inteligible por el ser humano como un segundo sonido se denomina eco, pero cuando debido a la forma de la reflexión o al fenómeno de persistencia acústica es percibido como una adición que modifica el sonido original se denomina reverberación”. 

 

Las antiguas iglesias y templos tenían muchísima reverberación por dos cuestiones, una “mágica”, magnificando las voces para que los feligreses creyeran en la omnipotencia del sacerdote y en la potencia gloriosa de la voz de algún Dios, la otra cuestión era más bien política: mucha reverberación complica el entendimiento de los sonidos. Esto marcaba la diferencia entre los agraciados del régimen y el pueblo, que rara vez entendía lo que se hablaba en los templos. Hoy día, los pastores y sacerdotes tienen que hablar claro y lento para que el mensaje sea entendido. 

 

El equilibrio 

 

En esta búsqueda del equilibrio es fácil entender que las superficies “duras” generan reflexiones: pisos de marmol o loseta, muros con yeso, techos altos, recubrimientos de madera, ventanas, aluminios, piedras y que las superficies “blandas” crean absorciones: alformbras, tapetes, sofas, sillas, cortinas, persianas de tela… 

 

Cuantas más superficies duras haya en una habitación, mayor será la reverberación. Con demasiada, puede llegar a ser difícil entender los sonidos que escuchas. 

 

También es básico saber que existe el ruido superficial, el cual es el más complicado para solventar. Debemos saber que los sonidos también se transmiten por paredes, pisos y techos y no solo por el aire. Esta es una de las razones para “sentir” todos los ruidos que produce nuestro vecino si vivimos en un edificio de departamentos. La insonorización no consiste en manipular las ondas sonoras dentro de la habitación, sino en impedir que entren (o salgan). La mayor parte de la insonorización se realiza colocando capas absorbentes en el interior de las paredes, separando el interior del exterior para que el sonido no pueda pasar. 

 

¿Para qué nos sirve una buena acústica en casa?  

-Mejora la concentración 

-Aumenta nuestra productividad 

-Disminuye la fátiga 

-Disminuye los pleitos con los vecinos por la contaminación por ruido 

-Nos hace dormir mejor 

-Aumenta la percepción en la calidad de la música de nuestro equipo HiFi 

-Aumenta el realismo de las voces, los efectos y el soundtrack de nuestras series y películas favoritas 

 

El cálculo acústico profesional requiere de estudios profundos, de mediciones precisas y de muchísimas operaciones matemáticas complejas, por ahora solo dejaremos dos conceptos que deberíamos conocer: 

 

  • El decibel es la medida utilizada para expresar el nivel de intensidad del sonido (SPL o Sound Pressure Level). Se utiliza una escala logarítmica porque la sensibilidad que presenta el oído humano a las variaciones de intensidad sonora sigue una escala aproximadamente logarítmica, no lineal (en términos matemáticos: 50 dB es 10 veces más “fuerte” que 40 dB y 100 veces más “fuerte” que 30 dB; pero los humanos no distinguimos tales diferencias tan marcadas). 
  • De acuerdo al sitio NTi Audio: “El tiempo de reverberación es el tiempo que tarda el nivel de sonido en disminuir en 60 dB después de una parada brusca. RT60 es la abreviatura utilizada. Cuantas más superficies absorbentes del sonido, como cortinas, muebles tapizados, alfombras o personas se encuentren en la habitación, más rápido se desvanece la reverberación. Plafones, así como puertas y ventanas abiertas ayudan a disminuir la reverberación”. Los valores recomendados de RT60 en un espacio residencial van entre los 0.4 y 0.8 seg, mientras que en salas de concierto van de 1.5 a 2 seg y las grandes iglesias y templos van de 2 y hasta 10 segundos. 

 

En resumen, en nuestra casa tenemos que buscar el equilibrio entre superficies duras y blandas, para así aminorar las reverberaciones y eliminar los ecos (reverberaciones intensas). Incluso podemos recurrir a los elementos difusores (materiales convexos en su mayoria); la difusión no se utiliza cuando se desea eliminar las ondas sonoras de una habitación, sino sólo cuando se desea reposicionarlas. 

También podemos recurrir a procesadores digitales que hoy día ejecutan optimización o correción acústica que pueden hacer mejoras relamente importantes. Algunos receptores AV de alto nivel ya cuentan con estas prestaciones que ejecutan un diagnostico mediante la medición de diversos puntos de nuestro espacio con un micrófono especial para luego aplicar una solución cambiando parámetros en fase, tiempo y respuesta de frecuencia. 

Hoy hemos aprendido algo básico, así que ya no nos sorprenderán cuando algún experto en sonido nos hable de conceptos acústicos. Recuerda que la búsqueda del balance acústico hará que disfrutes más de tu música y de tus películas favoritas en casa. 

 

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